Fray Iván de Jesús Vásquez Jiménez, O.A.R., un testigo alegre del Evangelio y ministro incansable del perdón

Con inmenso agradecimiento y profunda esperanza cristiana, elevamos un homenaje a la vida luminosa y fecunda de Fray Iván de Jesús Vásquez Jiménez, Sacerdote de la Orden de Agustinos Recoletos, quien, después de una larga vida consagrada al servicio de Dios y de la Iglesia, ha partido al encuentro definitivo con el Señor.

Fray Iván de Jesús Vásquez Jiménez, QEPD.

Sacerdote de la Orden de Agustinos Recoletos

Fray Iván fue, sin duda, un hombre de Dios, forjado en la espiritualidad agustiniana, marcada por el amor a la verdad, la búsqueda interior y la vida en comunidad. Durante los años que prestó su servicio pastoral en la Diócesis de Yopal, se ganó el cariño, el respeto y la profunda admiración de quienes tuvieron la bendición de conocerlo.

Uno de los rasgos más conmovedores de su ministerio fue su entrega al Sacramento de la Reconciliación. Era un verdadero confesor del alma. Muchos fieles acudían a él con confianza, sabiendo que hallarían no solo el perdón de Dios, sino también una palabra sabia, un consejo certero y una presencia compasiva. Su manera de escuchar, su paciencia, su ternura y su capacidad para acoger al penitente con misericordia, lo convirtieron en un instrumento privilegiado de la gracia divina. Fray Iván era, en el confesionario, un reflejo del Padre que espera, perdona y abraza.

Su carisma personal era inconfundible: un hombre profundamente espiritual, pero también profundamente humano. Siempre se le veía con una sonrisa serena, con una palabra amable, con un gesto fraterno. A pesar de su edad avanzada, mantuvo una alegría juvenil y una vitalidad admirable. A sus 92 años, aún celebraba la Santa Eucaristía con un fervor conmovedor, con la unción de quien sabe que cada Eucaristía es un encuentro con el Misterio del Amor. Su voz pausada, su gesto reverente y su mirada encendida de fe hacían de cada celebración un momento de auténtica comunión con Dios.

Fray Iván no necesitaba grandes discursos para evangelizar; su vida era en sí misma un mensaje. Su presencia silenciosa pero firme, su entrega sin reservas, su humildad y su capacidad de vivir con sencillez los grandes misterios de la fe, tocaban profundamente los corazones. Era un testimonio viviente de que la santidad no es un ideal lejano, sino una realidad posible cuando se ama con radicalidad a Cristo y se sirve con generosidad al prójimo.

Hoy, su partida deja un vacío profundo en la comunidad agustiniana, en nuestra Diócesis de Yopal y en el corazón de quienes lo conocieron. Pero su legado permanece. Fray Iván nos enseñó que el Evangelio se vive con alegría, que el perdón de Dios transforma vidas y que la fidelidad a la vocación sacerdotal es una fuente inagotable de gracia para el mundo.

En este momento de despedida, no decimos adiós, sino gracias. Gracias, Fray Iván, por tu vida entregada, por tu testimonio luminoso, por tu alegría serena, por tu fe inquebrantable. Gracias por haber sido para tantos un padre, un hermano, un confesor, un amigo.

Confiamos en que el Señor, a quien serviste con todo tu ser, ya te ha recibido en su Reino Eterno. Allí donde no hay llanto ni dolor, sino gozo sin fin, descansa en la paz del Resucitado.

 

“Tú convertiste mi lamento en júbilo, me quitaste el luto y me vestiste de fiesta, para que mi corazón te cante sin cesar. ¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente!” (Salmo 30,12-13)

El sábado 19 de agosto de 2023, la Diócesis de Yopal presentó la tercera edición del especial ‘Vivencias e Historias de Fe’, una producción audiovisual para dar a conocer las historias de vida y cómo ha sido el llamado vocacional de los sacerdotes de nuestra Iglesia Particular. 

Aquel sábado era una fecha especial, Fray Iván de Jesús Vásquez Jiménez, cumplía 91 años de vida, y él fue nuestro protagonista en esta ocasión. Fray Iván perteneciente a la Orden de Agustinos Recoletos prestó sus servicios pastorales en la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, de Yopal, y fue llamado al encuentro con Dios el pasado 16 de julio, día en que celebramos la Fiesta de la Virgen del Carmen.

Hoy compartimos con ustedes de nuevo este especial, un homenaje realizado con amor en vida para aquel sacerdote que nos enseñó el valor de la fe, la caridad, la compasión, la fraternidad y una profunda devoción a la Santísima Virgen María y a Jesús Eucaristía.

¡Hasta siempre querido Padre Iván!

Goza ahora de la plenitud de la Vida Eterna con tu alegría y tu sonrisa, junto a María Santísima y el Señor de la foto: Jesús.